La tres leyes de la robótica fueron escritas para garantizar la seguridad humana frente a esta rama de la tecnología. Un robot no tiene conciencia propia y no puede llevarlas a cabo por sí solo, pero, a la hora de la programación de un robot, no se le puede dictar que las cumpla, pero sí se pueden establecer medidas para que el robot no las infrinja en la medida de lo posible, por este motivo, cuando se programa un robot siempre se tienen en cuenta estas reglas.
Las tres leyes de la robótica son:
- Un robot no puede hacer daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.
- Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la Primera Ley.
- Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.
Isaac Asimov